
FACETAS presenta las claves para preparar un café perfecto según el barista Luis Gerardo Blyde de la academia zuliana de baristas Azuba.
El café es la tercera bebida más consumida del mundo después del agua y del té, y desde que se descubrió se convirtió en uno de los sabores más auténticos. En muchos países no solo es indispensable en la buena mesa para terminar un almuerzo o una cena sino también como el principal ingrediente de infinitas recetas.
Su aroma y sabor ofrecen una variada gama de sensaciones que reconfortan el estado físico y espiritual de quienes lo consumen. Sin embargo, existen pasos que deben ser tomados en cuenta para tomar, de forma adecuada, esta bebida.
Por eso, FACETAS presenta las claves para preparar un café perfecto según el barista Luis Gerardo Blyde de la academia zuliana de baristas Azuba.
“Lo más importante es la calidad de la materia prima y el tipo de cafetera. Primero hay que seleccionar un buen café, preferentemente suelto y en grano y comprarlo por peso, luego molerlo en su justa medida y en el momento en que se va a usar, porque tan importante como la mezcla es la molienda, la dosis de café y el tipo de agua”.
La molienda se debe realizar en pequeñas cantidades, ya que una vez molido pierde rápidamente su aroma, el molido no debe ser ni muy fino (no permitiría pasar el agua a través de él), ni muy grueso (pasaría rápidamente y no se impregnaría del aroma, sabor y color), la cantidad de café por dosis está entre los 5 y los 7 gramos y la temperatura del agua debe estar entre los 94 y 96º C, explicó el experto.
“La cafetera tiene que estar limpia, el agua no debe hervir tanto y la taza tiene que estar un poco caliente antes de verter el café. Lo mejor es prepararlo en el momento en que se va a beber y tomarlo solo. Además, la mano del barista, la temperatura del agua, el mantenimiento de la máquina y la limpieza de las herramientas de trabajo son detalles fundamentales”, concluyó el experto.
La creencia de que el café debe guardarse para tomar luego fue desmontada por Blyde: “El café nunca debe almacenarse. Hay que prepararlo y tomarlo de una vez. Mucho menos debe conservarse en la nevera. Con eso se consigue que el café se deshidrate y pierda aún más sus componentes. Además, ocasiona graves daños al organismo”, dijo.
Sobre el añadir azúcar a esta bebida dijo: “Quien sabe del buen café no necesita tomarlo con azúcar, porque cuando se prepara el grano ya molido expulsa aceites, sabores y esencias dulces que vienen en grandes cantidades, por ende estaríamos opacando el sabor natural y añadiendo más dulzor del que ya posee”.
Las preparaciones más conocidas:
Espresso: las máquinas de café deben ser de última generación y preferiblemente manuales para mantener todas las propiedades aromáticas del café. La temperatura del agua de 94 a 96º C es la ideal para trabajar con la mayoría de las mezclas del mercado. El tiempo de una extracción normal es de alrededor 25 segundos y la presión de la máquina debe tener entre 7 y 10 atmósferas.
Hecho en casa: los más usados y prácticos son el sistema de filtro (con tela o papel), donde se deposita la dosis de café según la cantidad a preparar y se vierte agua luego de 4 minutos de hervir. El café se coloca en un recipiente que hace de cafetera y se bebe enseguida.