Si sabes cómo hacerlo, trabajar desde casa puede ser una experiencia agradable para tus empleados, familia y para tu satisfacción. Con estos sencillos consejos te convertirás en el profesional más hogareño que haya existido.
Comprende las expectativas de tu jefe.
Deja claro cuáles han de ser tus metas y qué te puede aportar para trabajar desde casa –como material o apoyo de trabajo-.
Cumple con creces las expectativas de tu jefe.
Puede que le digas que trabajas muchas horas, pero mejor que ofrezcas resultados visibles de tu trabajo en casa.
Acomoda un lugar confortable para tu trabajo.
Como en la oficina, el espacio que dispones para tus tareas será decisivo en tu quehacer en casa. Personalízalo y siéntelo tuyo.
Asegúrate de que tienes todo lo que necesitas:
puede que pienses que trabajar en casa sea más económico o ahorres factores como gasolina o transporte; pero si tú eres tu jefe, tú tendrás seguramente que costearte todo –a no ser que tengas un jefe responsable-.
Establece límites con familia y amigos en horarios de trabajo. Puede que estés en casa, pero no estás descansando. Dejar esto claro al principio y ponerte unos horarios facilitará tu rendimiento.
Establece tiempos o metas para tus tareas: comprueba que puedes realmente rendir en casa, si no, ¿de qué te sirve la comodidad de trabajar en tu salón si no das todo de ti?
Mantente conectado.
Puede ser buena idea lo de hacer una videoconferencia dos o tres veces por semana desde casa al principio, puede reducirse luego la frecuencia. Lo importante es que te sientas dentro de un equipo.
Planifica tus vacaciones y horarios de descanso
… ¡que no trabajes en la oficina no significa que no vayas a tener tiempo libre!
Entiende tu ritmo de trabajo.
¿Cómo lo haces mejor? Por teléfono, desde una cafetería para desestresarte o desde el jardín. Comprueba donde puedes dar más de sí y sácate partido. ¡Eres un afortunado trabajando fuera de la oficina!
Ten un seguimiento de tu trabajo en línea con tu jefe y compañeros.
Un archivo en línea o un correo resumen diario puede ser una fantástica idea.
Evalúa tu trabajo semanal. Deja claro qué queda en blanco para alcanzar de forma plena tus metas.
No temas a preguntar.
Puede que te surjan muchas dudas durante tu trabajo, pero estar abierto a cambios solo te hará bien en tu labor.
Ten una rutina y cuida de ti mismo:
levantarte a la misma hora, tener costumbres sanas y periódicas o asistir al gimnasio antes de tu trabajo te ayudará a normalizar tus tareas en casa.
