Consolidado como uno de los mayores exponentes románticos del pop contemporáneo en Latinoamérica, el artista urbano Blenfre Almonte, conocido en su contexto artístico como Blenfre, se centra en una pieza única, que se distancia de sus anteriores creaciones de acuerdo con el acorde de alegres guitarras y la reiteración de oraciones sobre una idea específica.
Se trata de su incursión, a modo de coqueteo, hacia la música regional mexicana, gracia que dignifica a este representante de la música de calle por no mantener sus pasos arraigados hacia la monotonía de un marcado estilo.
En ese sentido, toma como elemento básico la inspiración vivencial, pero también la estrategia mercadológica en cuanto a los escalonados gustos de sus seguidores y otros posibles oyentes para adentrarse a la música regional mexicana, un género que corresponde a las exigencias de este tiempo.
Se entiende que el regional mexicano está en su mayor apogeo, razón por la cual Blenfre se convierte en un referente visionario al incluir en su staff musical a “Espuma”, un tema que tenía en gaveta desde hace dos años, cuando el artista pensaba que dicho género tendría un relevante momento.
Ciertamente, no se equivocó, pues la música regional mexicana, en los últimos años, ha dado de qué hablar ya sea en los denominados corridos interpretados por artistas mexicanos, o simplemente en esas baladas donde el amor, el despecho y la frustración coinciden en el conglomerado de los desengaños.
Dentro de la euforia por orillarse en el trayecto de este género, hallamos exponentes como Peso Pluma, quien demuestra, a través de marcados éxitos, la ascendencia de la música regional mexicana fusionada, trasladada, hoy día, a comunidades hispanas, básicamente, pertenecientes a Estados Unidos.
En esa línea de apogeo también encontramos al Grupo Frontera con su más reciente y destacable colaboración con Bad Bunny.
Y como innovación, en esa onda regional, hablamos de Espuma, el sencillo de Blenfre próximo a ver la luz el catorce de julio de este 2023, donde nos narra un cúmulo de sensaciones gustativas, pero también muy gráficas si la comparamos con el concepto que encierra la palabra espuma dentro de su etimología.
Espuma es un tema picante, que hay que escuchar, así como nos tiene acostumbrado el artista para acercarnos a su interioridad musical.
En el tema intuimos el desvanecimiento del amor contado de forma simple, simultánea ante las eventualidades del día a día conforme a ese ritmo acelerado que se asienta en las ramificaciones del ritmo regional propio de los estratos más populares de México, donde el tequila, la cerveza y las parrandas son parte medular del despecho individual-colectivo.
Dulce, Chocolate, Malibu y, ahora, Espuma, corresponden a temas de su EP titulado “Grecia”, en el que Blenfre demostró, en noviembre del pasado año, en una gira promocional por Europa, España, las razones por las que, el también compositor, tiene condiciones sobradas para convertirse en el principal exponente urbano, que evoluciona conforme a las exigencias de los tiempos.