
La seguridad alimentaria comienza mucho antes de encender la estufa, y el área de trabajo (tus encimeras, fregadero y tablas de cortar) es donde se libra la primera batalla.
Dejar restos de alimentos o líquidos en las superficies puede crear un caldo de cultivo para bacterias invisibles como la Salmonella o la E. coli. Este riesgo de contaminación cruzada ocurre cuando bacterias de un alimento (como la carne cruda) pasan a otro (como vegetales frescos) a través de una tabla o un paño sucio.
Por ello, Frescarini™ te advierte que dominar la limpieza de superficies no es solo una cuestión de orden: es un acto de protección para ti y tu familia. Es el mise en place de la seguridad.
Limpieza de superficies rápida y efectiva
1. El momento justo: Limpiar antes, durante y después.
No esperes a terminar de cocinar para empezar a limpiar. La clave de la higiene es el mantenimiento constante:
· Antes de empezar: Despeja y limpia la encimera. Asegúrate de que tu espacio de trabajo esté completamente limpio y seco antes de poner cualquier ingrediente.
· Durante la preparación: Si cortaste carne, pollo o pescado crudos, detente y lava la tabla y el cuchillo inmediatamente con agua caliente y jabón antes de usarlos para vegetales o pan. ¡Esto rompe la cadena de contaminación!
· Al terminar: Esta es la limpieza profunda. No dejes que los restos se sequen.
2. La rutina de desinfección profunda
Para una limpieza que realmente elimina el peligro, sigue estos pasos esenciales:
· El barrido inicial: Retira todos los restos de comida visibles con una espátula o un paño de papel desechable (¡nunca uses la esponja sucia para esto!).
· Lavado con jabón: Pasa un paño o esponja limpia con agua caliente y jabón por todas las superficies que tocaste: encimeras, fregadero, tabla de cortar y hasta las perillas de los gabinetes o la estufa. Esto elimina la grasa y la suciedad superficial.
· Desinfección (El paso vital): Después de lavar, utiliza un desinfectante apto para alimentos. Puede ser un spray comercial o una solución de una cucharada de cloro por litro de agua. Rocía o pasa un paño húmedo con la solución y deja actuar el tiempo recomendado (generalmente de 30 segundos a un minuto) antes de secar.
· Las tablas de cortar: Trata las tablas de madera o plástico con especial cuidado. Si están muy rayadas, es hora de reemplazarlas, ya que las bacterias pueden esconderse en las grietas.
3. La regla de los paños y esponjas
Los paños y esponjas pueden ser tus mejores aliados o tus peores enemigos. Son imanes de bacterias si no se cuidan:
· No reutilices (sin lavar): Lava los paños de cocina a alta temperatura después de usarlos con carne cruda.
· Usa papel desechable: Para limpiar derrames de jugos de carne, utiliza toallas de papel y deséchalas de inmediato.
· Cambia la esponja: Las esponjas son un foco de humedad y gérmenes. Desinféctalas regularmente (por ejemplo, mételas húmedas al microondas por 1 minuto) o, mejor aún, cámbialas con frecuencia.
Con esta sencilla rutina, no solo mantendrás tu cocina reluciente, sino que te asegurarás de que cada comida que prepares sea tan segura como deliciosa. Y para evitar largas preparaciones, nada mejor que los productos de la marca FrescariniTM como sus variadas y versátiles salsas para pasta listas para servir, con el auténtico sabor de la Cucina D’Italia.
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