Más allá de los beneficios físicos, el entrenamiento funcional también contribuye a mejorar la salud mental y se convierte en una herramienta invaluable para alcanzar bienestar integral
Cada vez son más las personas que deciden dejar de lado las pesas y las máquinas de los gimnasios tradicionales para entrenar con su propio peso corporal. Esta tendencia, que ha ganado fuerza en los últimos años, no solo es más accesible económicamente, sino que también ofrece una gran variedad de beneficios para la salud y el bienestar.
Un estudio publicado por el Human Performance Institute de Orlando, demostró que, combinando varios ejercicios de entrenamiento con el peso corporal, en un circuito de intervalos y con la intensidad adecuada, ayuda a mejorar la salud cardiovascular con solo siete minutos de ejercicio al día.
Víctor Lárez, boxeador y Personal Trainer de la cadena de salud y bienestar Gold’s Gym, destaca que, “el beneficio principal de ejecutar ejercicios basados en el movimiento biomecánico y con tu propio peso es el fortalecimiento de articulaciones, huesos y masa muscular, generando una mayor activación en los mismos y mayor movilidad”.
Tipos de ejercicios
Son muchos los ejercicios que pueden realizarse con nuestro propio peso, pero los más conocidos son los siguientes:
- Flexiones: Trabajan principalmente el pecho, hombros y tríceps. Puedes variar la posición de las manos (más juntas, más separadas, inclinadas) para enfocarte en diferentes músculos.
- Fondos en silla o banco: Similares a las flexiones, pero con un apoyo elevado.
- Dominadas: Fortalecen la espalda, brazos y hombros. Puedes utilizar una barra de dominadas o una máquina asistida.
- Remo con el propio peso: Se puede realizar con una silla o banco, utilizando el peso de tu cuerpo para tirar de él hacia ti.
- Planchas: Fortalecen el Core, (núcleo de los músculos en la parte central del cuerpo), hombros y espalda. Puedes variar la posición de los brazos y las piernas para aumentar la dificultad.
Versatilidad
La versatilidad del entrenamiento funcional es una de sus mayores ventajas. Al no requerir de equipos especializados, puede realizarse en cualquier lugar y a cualquier hora, adaptándose a las necesidades de cada individuo. Además, esta modalidad es ideal para prevenir lesiones al fortalecer los músculos estabilizadores y mejorar la movilidad articular.
“La intensidad de las rutinas de ejercicios con tu propio cuerpo va a depender de los intervalos de tiempo en que los ejecutas”, explica Lárez. De esta manera, cada persona puede ajustar la dificultad del entrenamiento según su nivel de condición física.
Gold’s Gym ofrece una amplia variedad de clases y programas de entrenamiento funcional, diseñados para personas de todas las edades y niveles de experiencia. Sin embargo, es importante destacar que antes de iniciar cualquier nueva rutina de ejercicios, es recomendable consultar a un profesional de la salud.
“Para practicar este tipo de disciplina debemos tomar en cuenta qué tanta capacidad cardiovascular tenemos y ejecutar los patrones de ejercicio con buena técnica”, aconseja Lárez.
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